2.2. USO DE LAS MARIONETAS EN LA ESCUELA

Desde siempre he creído que las marionetas y los títeres en la escuela es un recurso indispensable que nos ofrece multitud de posibilidades y formas de trabajar todo tipo de temáticas con la buena aceptación de los alumnos.

Buscando información al respecto, he encontrado numerosos documentos que hablan sobre la utilización de los títeres con niños discapacitados, especialmente mentales de diversos grados.

El Dr. Jaime Rojas Bermudéz en su libro "Títeres y Psicodrama "habla sobre la interacción de niños en tratamiento psiquiátrico con títeres del siguiente modo: "El títere aparece en escena y luego de un breve monólogo introductorio se dirige al paciente llamándolo por su nombre. Éste lo observa con atención y le responde al saludo, a continuación empieza el diálogo y el títere formula las preguntas mencionadas. El paciente le responde sin resistencias dando muestras de simpatía por el títere”. Por lo tanto, en psiquiatría infantil también es un recurso muy útil para trabajar con niños, puesto que acceden mas fácilmente a muñeco que a adultos. Y si lo usan los psiquiatras, ¿Por qué no vamos a utilizarlo los docentes?

En la actualidad son muchos los especialistas y clínicas que usan el muñeco como medio de encarar los problemas psíquicos infantiles. Hay un importante número de instituciones educativas y de rehabilitación que trabajan con discapacitados intelectuales, autistas, psicóticos, y también con discapacitados motrices, que han incorporado en los últimos años al títere como un recurso para el trabajo cotidiano dentro del aula. Ello ha permitido significativos avances en los alumnos que, mediante un muñeco, han logrado ampliar su vocabulario o construir el conocimiento de una manera menos convencional, pero realmente efectiva, en el primer caso y en el segundo ejemplo, el títere ha servido para desarrollar la motricidad fina o para fortalecer la musculatura en casos de hipotonía.


El títere funciona como un protector que resguarda y permite expresar aquellas cosas más difíciles de decir. No es el niño el que las dice sino el títere quien se hace cargo de poner en palabras lo que al paciente tanto le cuesta expresar.

La Escuela de Educación Especial, sobre todo la de discapacitados mentales, es un lugar altamente apropiado para incorporar a los títeres, dados los beneficios que, ampliamente comprobados, aportan estos instrumentos al trabajo cotidiano. Pero el uso de los títeres con discapacitados intelectuales requiere, en primer lugar, de un profundo conocimiento del niño y, como segundo requisito, de un amplio dominio de las técnicas que ofrece el teatro de títeres, puesto que, por medio de ello, habrá que probar cuál es el más apropiado para cada niño y su problemática específica.